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TOC: Cuando lo absurdo domina tu vida

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) está clasificado dentro de los trastornos de ansiedad. Se caracteriza clínicamente por presentar:

- Obsesiones: pensamientos, imágenes o ideas intrusivas y recurrentes que generan un gran sufrimiento en la persona que las experimenta, ya que estas no tienen un carácter voluntario, sino que son vividas como “pensamientos constantes que invaden la conciencia y provocan temor o inquietud de manera persistente sobre una idea o acontecimiento”.

- Compulsiones: son conductas repetitivas o actos mentales repetitivos que se realizan con el fin de intentar reducir la ansiedad que provoca la obsesión. Son actos irracionales responsables del mantenimiento del problema.

Varios estudios científicos demuestran que este trastorno es mental y físicamente agotador, ya que las personas que lo sufren se sienten culpables de su conducta anormal, constituyendo asimismo un problema difícil de comprender para familiares y amigos, debido a que en muchos casos se pueden desarrollar ideas o comportamientos muy exagerados y aparentemente muy extraños para el entorno de la persona que lo padece, lo que a su vez se traduce en una mayor ansiedad, que se suma a la ya generada por el propio trastorno.

Característicamente, la persona que lo padece es capaz de comprender ocasionalmente, que los pensamientos que tiene y los actos que realiza son exagerados y poco lógicos, pese a lo cual en otros momentos, la duda constante que caracteriza a este trastorno, lleva a la persona a recaer en el mismo ciclo de pensamientos (obsesiones) y actuaciones, ya sean físicas o mentales (compulsiones).

Este ciclo sin fin de obsesión y compulsión puede llegar a desencadenar una ansiedad extrema, pudiendo dar lugar de forma secundaria alteraciones del estado de ánimo (estados depresivos), alteraciones de la autoimagen y de la autoestima. Todo ello altera enormemente la calidad de vida de estas personas, genera un gran sufrimiento, y llega a ser causa en muchas ocasiones de incapacidad laboral temporal o incluso permanente.

Diferencias entre preocupaciones e ideas obsesivas

Hay personas que viven en una continua preocupación por uno o varios aspectos de su vida: la familia, el trabajo, etc. A veces esta preocupación es tan alta que llega a ocasionar problemas como estrés, ansiedad o problemas para dormir.

En las preocupaciones, la persona piensa de forma constante y voluntaria en un determinado tema con el fin de darle una solución, por lo que no se asusta cuando piensa en ellas.

En las personas que padecen TOC, estas ideas son consideradas intrusivas (no son voluntarias) y la persona hace todo lo posible por intentar eliminarlas, debido al sufrimiento que le ocasiona.

En este caso, las obsesiones no están presentes con el fin de solucionar ningún problema, sino que ellas mismas son el problema.

Prevalencia y edad de aparición

Actualmente se ha calculado que aproximadamente un 2% de la población lo padece y es el cuarto trastorno mental más común, a pesar de los cual se sigue considerando como claramente infradiagnosticado.

El factor de riesgo fundamental es tener una personalidad con rasgos obsesivos (personas muy autoexigentes, con pensamiento rígido, escrupulosos, respetuosos hasta el extremo con las normas, etc…).

Su debut suele darse en la infancia, en cambio, es en la adolescencia cuando los síntomas son más evidentes, llegando a estar bien definido entre los 20 y los 30 años de edad, siendo poco frecuente su desarrollo a partir de los 40 años.

Es un problema difícil de detectar por las características que presenta. La persona que sufre un TOC se muestra reacia a hablar de sus síntomas, por lo que normalmente buscan ayuda muchos años después de la aparición del problema.

Obsesiones y compulsiones más frecuentes

Normalmente las obsesiones tratan sobre un tema de gran importancia para quien las padece, siendo ideas que la persona considera peligrosas de tener o intolerables, lo que genera una situación de gran ansiedad y dan lugar a las compulsiones con el objetivo de que dicha ansiedad disminuya.

Las obsesiones y compulsiones más frecuentes son las siguientes:

Obsesiones más frecuentes

  • Temor a la suciedad, enfermedad y contaminación

  • Estar en peligro

  • Temor a causar daño a otros

  • Sexualidad

  • Necesidad de simetría

  • Asuntos abstractos.

Compulsiones más frecuentes

  • Lavado, limpieza y desinfección

  • Repetición de una acción

  • Contar

  • Comprobación

  • Orden y simetría

  • Acumulación

  • Rituales cognitivos (razonamientos continuos, comprobaciones mentales, repetición de pensamientos, contar, hacer cálculos…)

Las compulsiones de tipo ritual cognitivo han sido menos tenidas en cuenta clásicamente, ya que al no tratarse de compulsiones motoras, han sido en muchos casos infradiagnosticadas, considerando a estas personas como obsesivos puros, siendo esta situación bastante poco frecuente, ya que en aquellas personas con obsesiones sin actos motores compulsivos, en un gran porcentaje de casos existen actos mentales que sí lo son.

Elementos del TOC y mecanismo que lo mantiene

El TOC se desarrolla a raíz de un pensamiento intrusivo o exagerado, como los que todos tenemos de forma normal en cualquier momento, pero que en una persona normal no ocasiona ninguna ansiedad, ya que se considera simplemente lo que es, exagerado o absurdo y se olvida.

El problema es que la persona con TOC se identifica con ese pensamiento y le atribuye una gran importancia considerando intolerable lo que está pensando, y realizando una interpretación catastrófica de dicho pensamiento, lo que le genera una gran ansiedad.

Para disminuir esta ansiedad, la persona realiza los rituales cognitivos o conductuales (compulsiones) que hacen que la ansiedad que siente la persona disminuya a corto plazo. Pero al cabo de poco tiempo, la persona vuelve a tener el mismo pensamiento intrusivo y de nuevo vuelve a identificarse con él, comenzando de nuevo este ciclo, que tiende a mantener el problema. A continuación podemos ver de forma esquemática cómo se desarrolla y mantiene este trastorno.

El círculo vicioso del TOC

¿Cuál es el tratamiento efectivo en este tipo de trastorno?

El tratamiento que ha demostrado ser efectivo en el TOC es la combinación de farmacoterapia (generalmente con antidepresivos tipo ISRS) y terapia EPR o de exposición con prevención de respuesta, en la que nos centraremos.

Terapia de Exposición con Prevención de Respuesta (EPR)

Es el tipo de terapia que ha demostrado su eficacia en la mayoría de las personas que la completan, debido a que el TOC aparece generalmente debido a una alteración cognitiva (interpretación catastrofista de pensamientos). Sus efectos se mantienen una vez terminado el tratamiento a diferencia de lo que ocurre con el tratamiento farmacológico aislado.

El objetivo de esta terapia basa su actuación no en eliminar la idea temida, ya que no podemos evitar tener pensamientos intrusivos, sino en evitar realizar la compulsión que sí realizamos de forma voluntaria, interrumpiendo de esta forma el círculo vicioso de obsesión-compulsión que perpetúa el trastorno, gracias al empleo de recursos psicológicos aprendidos durante el tratamiento.

Es fundamental que esta intervención sea llevada a cabo por un profesional en salud mental.

A continuación os dejo los siguientes vídeos ilustrativos acerca del TOC:

- Ejemplo de Trastorno Obsesivo con Compulsiones de Lavado

- Documental Canal Odisea sobre el TOC

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